MITOS COMUNES SOBRE LOS LÍMITES
Conozcamos primero la definición de
la palabra “limite”. Un límite puede ser una represión que no siempre resulta
negativa.
Decir NO a lo que quiero o SI
a lo que deseo, es muy importante para poner límites.
Los límites con los demás nos
estructuran como personas, conforman nuestra identidad, y definen nuestra forma
de ser ante el otro…a mi Yo se le da forma con los límites.
Un mito puede definirse como una
ficción que parece verdad pero que no lo es.
El mito 1: Si pongo límites, soy egoísta. Cómo
puedo poner límites a quienes me necesitan?
El mito 2: los límites son indicio de desobediencia.
Desde el punto de vista religioso, temen poner y mantener límites es indicio de
rebelión o desobediencia.
El mito 3: si comienzo a poner límites me
lastimarán. Es posible que otra persona se enfade con nosotros debido a nuestros
límites y nos ataque o se retraiga?
El mito 4: poner límites lastimaré a otros. Los limites apropiados no controlan, ni
atacan ni lastiman a nadie, solo protegen los tesoros de ser robados.
El mito 5: poner límites significa que estoy
enojado. Acaso los límites generan ira? De ningún modo, esto es una
interpretación equivocada de las emociones en general. La ira puede ser una
señal que advierte peligro.
El mito 6: cuando otros ponen límites me
lastiman. Cuando somos incapaces de aceptar un “no” de la otra persona, le
hemos transferido el control de nuestra vida.
El mito 7: los límites provocan sentimientos
de culpa. Esto se produce cuando sentimos obligación hacia los demás (padres,
hijos, conyuge, etc.) “Como recibimos algo, debemos algo”.
El mito 8: los límites son permanentes y tengo temor de
quemar mis naves. Se suele pensar que si ponemos límites podemos correr el
riesgo de perder el cariño y amor de la persona y nunca más tenerla.
Resumen: Es importante
comprender que decir “NO” es de uno. Nosotros somos dueños de nuestros límites
nadie más y tampoco los límites son nuestros dueños.
Si ponemos límites a una persona, y la persona
reacciona con madurez y comprensión, es posible negociar nuevamente el límite,
lo contrario cuando la reacción de la otra persona es inmadura y se encienden
emociones dañinas.
Creencias populares dañinas:
La familia que está unida debe
compartirlo todo, no cuestionarse los unos a los otros y q no haya nada privado
porque eso es de despreocupados y egoístas.
Circulo de confianza llamado con otro nombre.
El amor idílico, el verdadero amor es
que los dos sea uno, compartirlo y saberlo todo, quererse es fusión sin límites.
Esto no solo es erróneo en pensar de
esa manera sino perjudicial a nivel psicológico. Madurar es básico para la
salud psíquica.
Espero te haya sido de utilidad la información, sígueme en mis próximos blogs
Fuente: Libro Limites,
Dres Henry Cloud y Hohn Townsend – Edit. Vida